Iniciativa del Pueblo Andaluz se compromete a trabajar conjuntamente con la sociedad andaluza para promover respuestas adecuadas a la situación actual.
Entrando en el proceso de aterrizaje en un espacio que es distinto a del despegue que se suponía antes de la aparición del coronavirus y su enfermedad asociada, la COVID19, es necesario ir estableciendo algunas cuestiones de importancia.
Esta realidad nos obliga, como partido, a desarrollar propuestas encaminadas a un cambio, que ya no es un deseo, sino una necesidad. Es esta una de las primeras características que debemos considerar, lo que hace seis meses era una reivindicación no compartida por una parte de la sociedad, en este momento es una obligación social. No hay excusas, más allá de las esotéricas ideas de los que aún viven en su fantasía neoliberal a ultranza.
Por ello Iniciativa del Pueblo Andaluz considera fundamental ir aportando ideas y propuestas que sirvan a esta nueva realidad. Para ello debemos fijar, en primer lugar, cuáles deberían ser los ejes de un cambio del modelo productivo andaluz, enmarcado en el contexto federal en el que nos movemos con mayor o menor nivel de profundidad.
El modelo productivo en España y particularmente en Andalucía, con un porcentaje del PIB y de empleo dedicados al turismo y a la construcción residencial tan importantes, tiene la obligación de adaptarse al mundo que se nos viene encima por esta pandemia mundial.
El mundo y Andalucía no serán iguales a partir de que seamos capaces de vencer al virus, aún sabiendo que habrá más oleadas de contagios. Es muy probable que, a pesar del confinamiento que hemos vivido, se produzcan oleadas. Sobre todo, porque no hemos llegado a eso que los expertos llaman “la inmunidad de rebaño” o de grupo.
La clave está en que esa nueva oleada nos pille con algunos remedios terapéuticos, que permitan combatir al virus con visos de victoria, con camas hospitalarias y camas Ucis suficientes para que los fallecidos sean muy pocos. Así como el control exhaustivo de las residencias de mayores.
La clave en esta situación se sitúa en qué va a pasar con los ingresos suficientes para poder convivir en estos aciagos momentos. Desde el gobierno central se han habilitado ayudas para solicitud de préstamos para empresas y autónomos, moratorias en hipotecas y alquileres, ERTES en vez de ERES para paliar el desempleo e incluso está en estudio un ingreso mínimo vital para todas las personas que quedan fuera de las ayudas aprobadas, ya sea por no cumplir los requisitos exigidos, ya sea porque están en el límite de la actividad legal y la informal.
Y tenemos que pensar en qué sectores puede proponerse una incentivación pública que genere empleo, rentas y aumente la capacidad productiva pensando en el futuro. Porque muchas de las actividades y sectores productivos no volverán a ser y representar lo que eran antes de la aparición del virus.
El turismo hotelero, en el que Andalucía era número uno mundial (al igual que Canarias o Baleares), no será jamás igual. El turismo masivo, con vuelos internacionales desde cualquier lugar del mundo (en nuestro caso europeo) se va a ver afectado por la precaución de millones de personas que no van a querer desplazarse a ningún lugar donde no esté controlada una “cierta distancia social” y eso acaba con el turismo de masas. Ese escenario no va a ser de una temporada, probablemente será para siempre. Esto nos coloca en un escenario en el que la diversificación económica y el potenciamiento de otros sectores productivos será fundamental para absorber el fortísimo desempleo que se avecina, al mismo tiempo que generamos un desarrollo más sostenible.
En este contexto Iniciativa del Pueblo Andaluz propone estas medidas, ligadas a lo que se denomina “desarrollo sostenible”.
– Plan especial de empleo verde para Andalucía. Destinado preferentemente a reducir el desempleo femenino y juvenil mediante propuestas de transición energética y ecológica. Tenemos un altísimo potencial en materia de energías renovables como fotovoltaica, térmica, eólica y de biomasa, pero también somos unos de los territorios con mayor superficie forestal protegida y con mayor biodiversidad.
– Vertebración territorial mediante corredores ecológicos y reservas. La conexión del territorio mediante corredores ecológicos y reservas Starlight desempeñan una función socio-económica y socio-ecológica. En conexión con estos corredores y reservas hay que establecer un sistema turístico sostenible con sus centros de decisión conectados al territorio donde prestan sus servicios, así como con el patrimonio cultural..
– Acabar con la contratación precaria en el sector de la hostelería, impulsando la formación, la profesionalidad y las condiciones laborales dignas del mismo.
– Fomento del comercio local y de cercanía. Modificación de la Ley de Horarios Comerciales para limitar a ocho domingos y festivos anuales las aperturas de los establecimientos comerciales de más de 150 m2 de superficie de venta. Ley de urbanismo comercial para potenciar el comercio de proximidad frente a las grandes superficies comerciales.
– Desarrollar con plazos concretos el Corredor Ferroviario del Mediterráneo desde la frontera francesa uniendo ciudades como Barcelona, Valencia, Alicante, Murcia, Almería, Málaga y Algeciras.
– Ampliación de las medidas del Plan Integral del Campo de Gibraltar para combatir el desempleo, la exclusión social y el narcotráfico, así como las consecuencias del Brexit, con medidas como mejorar la seguridad con más medios humanos y materiales, impulsar medidas en materia educativa, formativa, judicial, legislativas de infraestructuras y de empleo, y con garantías de que no va se va a cerrar la verja ni a implantar controles fronterizos, dotándolo de un cronograma de inversiones aprobado por ley y ampliando la zona franca a todo el campo de Gibraltar y la creación de una Zona de Actividades Logísticas de Andalucía, que contará con un centro integrado de almacenamiento y transporte de mercancías.
– Creación de una red intermodal sostenible. Para ello se propone el desarrollo de una red ferroviaria electrificada interprovincial conectada y articulada con una malla de transporte público colectivo que permita la articulación de Andalucía mediante un sistema de transporte público sostenible que conecte las comarcas rurales.
– Presupuesto extraordinario para compensar las pérdidas del sector cultural andaluz que como consecuencia de la pandemia al producirse un parón total del mismo sin posibilidad de recuperar las inversiones previas dadas sus características. La Cultura ha estado ahí cuando la hemos necesitado, ahora es el momento de tomar medidas para su rescate desde los poderes públicos concernidos.
– Pacto contra la despoblación de la Andalucía vaciada. Ese Pacto debería acometer una reforma de las actuales políticas de equilibrio y cohesión territorial, priorizar la ejecución de las infraestructuras pendientes y de las telecomunicaciones, impulsar la actividad económica y garantizar los servicios a la población y vivienda en las zonas afectadas, además de empoderar al medio rural y hacer cambiar la imagen con la que es visto desde las ciudades. La falta de servicios básicos (sanidad, transportes, bancarios, correos, etc.) de todo tipo es uno de los problemas del abandono los pueblos.
– Blindaje de un precio mínimo garantizado de productos alimentarios básicos, como el aceite de oliva del que dependen más de 250.000 familias en el territorio.
– Ley marco de protección y defensa de la Dehesa que incorpore a la Dehesa dentro de la Política Agraria Comunitaria (PAC) en su consideración como sistema agrario (agroganadero) con árboles diseminados dedicados a la producción de frutos para el ganado (bellotas). Ejecución de los Programas de Gestión de la Dehesa que pongan en valor la conservación de las especies autóctonas de flora y fauna que habitan en dichos espacios y las preserves de las plagas que amenazan su existencia.
– Aprobación de una Ley de Agricultura y Ganadería Ecológica que promueva un cambio de modelo agrario sustentable a escala productiva, ambiental y social y fomente la equidad en la distribución de la renta agraria. Con un marco normativo específico para la fabricación artesanal y la comercialización directa de productos locales.
– Reforma agraria ligada a una nueva cultura del agua, a la agricultura ecológica, al acceso a la tierra mediante la creación de un banco de tierras y a una industria agroalimentaria de alto valor añadido y bajo impacto ambiental; soberanía en la producción de alimentos e impulso de la agricultura de calidad y proximidad.
– Aprobación de una Ley de Pesca Sostenible que impulse y apoye la pesquería artesanal y la creación de áreas marinas de pesca gestionadas con la participación de los propios pescadores/as que garantice la biodiversidad y los recursos pesqueros. Programas de recuperación de caladeros. Revisión y mejora de la planificación de las “paradas biológicas”.
– Plan de recuperación y conservación del buen estado ecológico de las masas de agua superficiales y subterráneas de la Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir.
– Política de aguas que impulse las medidas necesarias para la recuperación y conservación de ríos, humedales, riberas y acuíferos incrementando la eficacia en su utilización y propiciando un cambio de modelo de gestión de los recursos hídricos que priorice los usos sociales y ambientales sobre los productivos. Revisión de las concesiones de explotación de las hidroeléctricas (canon de uso del agua a las hidroeléctricas).
– Plan integral para una nueva industrialización no contaminante adaptada a la era digital con una estructura industrial amplia y diversificada construida a partir de la incorporación de nuevas actividades, sobre todo las llamadas industrias en red y los servicios destinados a empresas, y la modernización de los sectores tradicionales y de respuesta prioritaria a la demanda interna.
– Plan de rehabilitación de las viviendas más antiguas (Andalucía casi 800.000) que no reúnen los mínimos estándares de sostenibilidad y eficiencia energética y adaptación a las normativas existentes.
– Conexión de la producción, la distribución y el consumo sobre la base de una estrategia de economía circular y endógena.
Aunque no signifique un cambio de modelo productivo en los términos que defendemos en este comunicado, debemos ser conscientes que es necesario un impulso al empleo en este momento, sobre todo en sectores que esta crisis sanitaria y social ha puesto de manifiesto. La potenciación de los servicios públicos básicos como son la sanidad, la educación y los servicios sociales como pilares de nuestra sociedad requieren de un esfuerzo inversor que permita recuperar lo que se recortó y de unos cambios de funcionamiento para adaptarse a una situación que no es temporal, sino que han marcado un antes y un después.
Todo este conjunto de medidas serían un principio de acuerdo de carácter andaluz para poner en valor nuestra Andalucía, así como poner las bases de un cambio sostenible y necesario donde la persona sea el eje de la acción política.
Iniciativa del Pueblo Andaluz se compromete a que estas medidas lleguen a las instituciones que deben ser las que pongan en marcha un programa real de Compromiso con Andalucía.